Mano a mano con Tomi Cubelli.
Un emblema belgranense. Tomi Cubelli, actual jugador de los Miami Sharks, volvió a ponerse la marrón y amarilla durante el último semestre del 2024 para jugar la 2da etapa del Top 12 con el club que lo vio crecer. Ahora, ya de vuelta en Miami, Cubo comparte con nosotros algunos recuerdos de su infancia en Pino, reflexiona sobre su vínculo con Belgrano y deja un mensaje especial para los socios y jugadores que lo acompañaron en este regreso memorable.
El Club fue, es y será una parte fundamental de mi vida. Siempre lo tengo presente. Fue un lugar muy especial durante mi infancia y adolescencia, y me acompaña, aún hoy en día, en cada etapa. Es donde di mis primeros pasos en el rugby y hoy lo vivo también desde el rol de padre, lo que lo hace aún más significativo. Belgrano tuvo, tiene y tendrá siempre un papel importantísimo en mi historia, y por eso, llevar esos colores conmigo, donde sea que esté, es mi forma de homenajear todo lo que significa para mí.
Belgrano es el origen, el lugar donde todo empezó y, en parte, ese es el rol de una casa. Ahí pasé mi infancia y adolescencia, hice mis primeras amistades y descubrí el deporte que tanto amo, el rugby. Es un espacio que me marcó profundamente, y esa conexión especial no se compara con nada más.
Mi infancia estuvo muy ligada al club. Yo y mis dos hermanos siempre estuvimos muy activos y conectados con el deporte. Desde chicos, el club era nuestro lugar: íbamos después del colegio o los fines de semana, ya fuera para pasar tiempo en familia, divertirnos o jugar un rato. Belgrano fue un espacio de aprendizaje y unión.
Belgrano me enseñó valores que marcaron mi vida: la disciplina, hacer las cosas con pasión y, sobre todo, el valor de la amistad. Este último, sin dudas, fue lo más profundo que viví en el club. Es algo que se fomenta de manera única, creando lazos inolvidables que me siguen acompañando a lo largo de mi carrera y mi vida personal.
Me gustaría que me recuerden como alguien que les aportó valor, que los ayudó a crecer y a ser mejores, tanto dentro como fuera de la cancha. Pero, sobre todo, quisiera que me recuerden como una buena persona, alguien que vivió el club con respeto y compromiso.
Veo al club muy bien encaminado de cara al futuro. Tuve la suerte de jugar junto a una gran camada de jugadores que viene trabajando con un proceso sólido en el Plantel Superior. Creo que ya se empezaron a ver resultados en los últimos años, pero estoy convencido de que lo mejor está por venir. Hay mucho talento y potencial: el futuro es, realmente, prometedor.
Solo puedo decir gracias. Soy un agradecido total por lo que viví en estos meses. Sentir al club tan unido, recibir tanto apoyo y cariño fue algo único que voy a guardar para siempre. Más allá de lo que haya pasado en la cancha, se vivió algo muy especial. Ese aliento y esa pasión son lo que hacen de Belgrano un lugar incomparable. Siempre voy a estar agradecido por haber sido parte de algo tan grande.