Los y las invitamos a leer textos en homenaje al “gordo” Marquitos Montefiore, entre ellos: una carta de la Camada 70’, un escrito de Christian Annand y un poema de Jorge Botas.

De la Camada 70 con AMOR

Empezó siendo el PILAR nuestro y llegó a ser el PILAR de todos….

Marcos fue el PLAR que todos los equipos querían de chiquitos. Empezamos juntos a los 5 años corriendo atrás de una pelota en el club.  En Predecima, Décima, Novena, Octava, Sexta, nadie nos ganaba. Era la camada invicta, invencibles en ese momento. Siempre con un as en la manga para ganar los partidos difíciles, con una jugada que nunca fallaba: simple, darle la pelota al gordo y que corra para adelante, jugar el penal  corto a 10 metros del ingoal a Marcos y que entre como topadora al ingoal. Imparable. El corría chocando contrarios, y todos atrás. Era nuestro gordo, nuestro grandote, nuestro PILAR, el que todos decíamos: ¡¡este gordo llega a Puma!!

A partir de ahí empezamos a crecer todos juntos, campeones en Quinta, campeones en M19, compartiendo muchos el Plantel Superior, ah y campeones del Boliche… jeje. Empezamos a crecer compartiendo la vida, y Marcos de a poco fue cambiando de equipos (pero siempre con la marrón y amarillo en el corazón), y convirtiéndose en PILAR de muchos otros. Nosotros, un poco celosos pero él siempre con su sonrisa dando siempre su amistad y alegría. Y Empezamos a compartirlo con muchos otros grupos de deportes del club y otros grupos de la vida. Y empezó a ser el PILAR de los del squash, el PILAR de los del Cricket, el PILAR de los del colegio St brendans “los Beverly Hills”, el PILAR de los de Lagartos, el Pilar de los de camada 70´ de los otros clubes “los clandestinos”, el PILAR de las giras,  el PILAR de su trabajo y el PILAR de su familia.

Cuántas veces nos dejó clavados en el fútbol de Pinazo en un partido porque le tocaba jugar al fútbol en Lagartos; cuántas veces no vino a un asado por ir comer con los del colegio…; cuántas veces se iba a otra mesa los jueves a la noche en el club por ir a la mesa con los del squash. Y siempre le decíamos lo mismo: “gordo  garka no viniste”. Y él decía con su sonrisa “y bueno, que querés, me tocaba con ellos”. Y así aprendimos a disfrutarlo y compartirlo. Y así, con tantos amigos ya en su vida y ya siendo el PILAR de TODOS, aprendimos a ir de un lado a otro buscando compartir su AMISTAD y ALEGRÍA  con todos… Y con todo eso, cuántas veces le hicimos hacer malabares para complacernos y complacer a todos y tuvo que hacer las 2 cosas a la vez, un rato con nosotros y otros ratos con otros.

Ese era Marcos, el que todos queríamos, el que todos querían, el que todos compartían, el que siempre estaba ahí de un lado a otro, con una sonrisa para todos. 

Con el tiempo fue creciendo. Ya no era más el grandote del equipo, aquel imparable de Predecima. Era ya tamaño más normal, como nosotros. Ya no jugaba de Pilar, le costaba más hacer esos tries chocadores, pero a veces hacía otros tries con más glamour. Dejó de crecer físicamente pero siguió creciendo en su alma, en sus códigos, en su amistad y en su alegría para vivir la vida y compartirla con todos… 

Finalmente, no llegó a ser el pilar de los Pumas, pero algo mucho más importante: ¡¡¡llegó a ser el PILAR de TODOS!!!

¡Te vamos a extrañar gordo queridooo! ¡¡Y recordar siempre con esa sonrisa!! ¡Te queremos mucho!

Tu camada 70… ¡¡nos volveremos a ver amigazzooooo!!

Fuerza y abrazos para toda su familia y amigos, y acá siempre para lo que necesiten…

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Adiós querido Marcos (a Marcos Montefiore in memoriam)

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Jorge Botas

9/10/21 

Es un honor para nosotros escribir unas palabras con motivo de la partida de gira, como nos gusta decir en el club, de nuestro querido Marquitos Montefiore.

Antes que nada, ¡quiero desearles un buen día! Parece extraño pretender que sea un buen día en estos momentos tan difíciles, pero es lo que Marcos quiere para nosotros, para este y todos los días que tengamos por delante.

Los invito a que: 

• Honremos a Marcos siguiendo su ejemplo, que podamos superar la tristeza enorme que nos genera su partida con la seguridad de que nos está contagiando su sonrisa permanente, su fortaleza insuperable y su espíritu inquebrantable.
• A que sus hijos Tomate, Nachito y Popi tengan la seguridad de que tienen al mejor papá que les pudo haber tocado (no tuvieron, TIENEN, porque los va a acompañar siempre en la linda aventura de desandar el camino de sus vidas).
• A que su mujer, Anita, tiene a su mejor compañero. Siempre fue y será el amor de su vida, la luz de sus ojos.
• A que José y Lilí sepan que tienen al hijo más respetuoso (y eso que le decíamos que se revelara ehh).
• A que Aldo y Fer sepan que tienen al hermano más cariñoso (¡a pesar de que le revoleaban raquetas y palos de golf por la cabeza!)
• Y a que todos nosotros sepamos que tenemos a nuestro mejor amigo, un TIPAZO, en el sentido amplio de lo que eso significa.

Nuestro querido club lo eligió a él, y nuestro querido Marcos a nosotros. Todo un orgullo.

Luchador de mil batallas, jugador de mil partidos. Nunca perdió, siempre ganó: al rugby, al squash, al tenis, al cricket, al fútbol… siendo siempre un señor tanto dentro como fuera de la cancha.

Y este partido, el más difícil que le tocó jugar, también lo ganó, porque siempre dejó todo, nunca bajó los brazos, y siendo así, el resultado no importa.

Le sacó el jugo a la vida como pocos.

Hace solo unos días, charlando con él nos decía convencido, que él no iba a bajar los brazos, y así fue. Es por eso que este partido también lo ganó, con gran valentía, dejando todo en la cancha, ¡con la frente bien alta!

Cuando le preguntamos con qué lo podíamos ayudar nos dijo: “estando bien cerquita”. Y claro que lo estaremos. Cerquita suyo, siguiendo su ejemplo; y él cerquita nuestro, ayudándonos a que estemos bien, que es como quiere vernos.

Como le dijo el padre de uno de sus amigos a otro padre que buscaba a Marcos y a su grupo cuando, post salida nocturna y ya siendo las 8 am, aún no habían aparecido por sus casas… ” No sé dónde estará, ¡pero seguro que lo debe estar pasando mejor que nosotros!” 😂

Y así es, no sabemos bien donde está, pero estemos seguros de que lo está pasando mejor que nosotros. 

Marquitos, René (que nombrecito le pusieron eh), “la Roca” (como lo llaman sus amigos de la camada 70´), Gordo Querido para casi todos….

Por todo esto, su alegría, su bondad y esa eterna sonrisa con la que nos está acompañando en este momento,  se merece un gran reconocimiento y gratitud: ¡¡¡GRACIAS MARQUITOS, GORDO QUERIDO!!!

Christian Annand