Palabras de Alejandro “Tinker” Voltan para su amigo “Memo”.
Guillermo “Memo” Luchetti irrumpió a los 17 años en la Primera de Belgrano, cuando todavía era alumno secundario, debutó en compañía de su hincha más fervoroso: su padre. Siempre nos contaba cómo su padre le ponía papel de diario a los botines mojados y embarrados de tanto jugar en el patio de Virrey del Pino, para luego lustrarlos y así poder volver impecable a su próximo partido.
Guillermo, uno de los últimos sobrevivientes del equipo multi-campeón (1963, 1966, 1967 y 1968), con virtud de sólido pilar y gran jugador en el suelto. Recordado por su físico de atleta y bronceado, tanto en los mediodías de pileta en el Club como en las playas marplatenses. Jugó contra Oxford Cambridge, Gales, Gazelles y seleccionados argentinos; también fue entrenador de inferiores, pero más allá de todos sus logros deportivos, la AMISTAD siempre fue uno de los valores más altos.
El amor de su vida, Piti, lo acompañó desde su juventud hasta siempre. Una pareja que parecía estar enamorada igual que el primer día…. Matrimonio y amigos, se divertían juntos, era difícil verlos solos.
Quizá el mayor legado que nos deja fue su lucha inclaudicable por la salud y sus ganas de vivir… Cuántas veces parecía que se apagaba y siempre salía con enorme esfuerzo, airoso, y con los botines lustrados, esta vez no pudo, aunque todos sabemos que dejó el alma en la vida, como en la cancha. La huella es grande y profunda. Nos diste el ejemplo hasta que Dios decidió que jugaras en el cielo, ahí donde te esperan tantos amigos.
¡Hasta siempre Memo! Con gran tristeza y cariño, te despedimos… Minutos antes de tu partida brindamos por vos en el Club…
Por: Alejandro “Tinker” Voltan”.